Vivero de Relatos

Porque nos gustan las cortinas de humo, las mentiras piadosas, y las verdades a medias que esconde la literatura.

Creer



La lluvia apenas ahogaba su imperiosa voz, incluso detrás de las vetustas puertas de madera. El frío y una fina niebla típica del más puro estilo londinense casi me convencieron para volver a entrar. Uno se sentiría bastante cómodo dentro de la iglesia, con su paz y tranquilidad inevitables, si aquel tipejo de la sotana cerrara la boca durante cinco minutos.

Caín y Abel, los aramitas que arrancaron los ojos con hierros hirviendo a unos desgraciados… incluso el barbas ese de la canoa había hecho su aparición aquella tarde lluviosa; que apropiado. Todo aquello me parecía una comedia propia de los Monty Python, en la que lo absurdo toma las riendas de la realidad y monta un circo en el que incluso un ilusionista multiplica panes y peces.
- Hermanos… -silencio reverencial, tos de abuelo y llanto de soslayo patrocinado por el peque del recinto- hoy nos encontramos aquí para recordar a Sonia.

Bonita promesa, pero como tantos otros charlatanes, prometió más de lo que pudo cumplir, y en la hora y cuarto que ya duraba la ceremonia, tan sólo había aparecido su nombre una puta vez.

Y por eso me encontraba allí fuera, intentando limpiar mi alma entre caladas de lágrimas y lluvia.
“¿Por qué creer? Porque te creé y te amo, por bondad. Firmado: Dios”. También han llegado a Granada las campañas publicitarias en autobuses que firman otro capítulo más de la estúpida batalla entre los ateos y creyentes.

- ¿En qué piensas? –la voz de Pablo me devolvió a la realidad.
- Estaba mirando ese autobús.
- Muy apropiado, sobre todo para un día como hoy. ¿Por qué no entramos? Aquí nos vamos a quedar helados.
- Probablemente Dios no existe, así que deja de preocuparte y disfruta de la vida.
- ¿Qué? –a estas alturas, mi viejo amigo seguro que comenzaba a pensar que estoy como una puta cabra.
- Nada. Recordando ese otro lema publicitario.
- El mundo está loco. Mira ese pirado, en camiseta y con este tiempo de mierda.

A lo lejos, un crío que no llegaría a la quincena de edad hacía malabarismos con un balón mientras sorteaba los charcos. No parecía importarle que su ropa estuviera totalmente empapada.

- Pablo, te juro que en días como hoy quiero creer. De verdad, de verdad que sí.
- Con los tiempos que corren, todos necesitamos creer en algo, amigo.

No pude menos que reprimir una amarga, desconsolada sonrisa cuando aquel chavalillo pasó ante nosotros medio corriendo, con el pelo pegado a la frente.

“Messi es Dios”. Rezaba, la jodida camiseta.



Jaime Martín (el peque del grupo)

¿QUIÉNES SOMOS?

Aunque la sopa de letras es un plato gustoso nosotros nos organizamos alfabéticamente:

José Cruz Cabrerizo
Conchi Fernández Cueto
Teresa Flores
María Jesús Garrido Basterrechea
Isabel Humbert
Jaime Martín
Alfonso Martínez Baztán
José Manuel Motos
Paula Orellana
Mercedes Prieto Jaén
Marina Siri

Datos personales

Mi foto
Nace en el año 2002, como consecuencia de un taller de relato breve promovido por la Facultad de Letras de Granada, e impartido por A. Neuman. Este taller fue para un gran número de participantes una auténtica experiencia, literaria y personal, y a su término se formó un grupo, que poco después se constituyó en Asociación Literaria, y que desde entonces se reúne cada dos semanas en El Centro de Lenguas Modernas de la Universidad de Granada, con la idea de leer, comentar y discutir sus propios relatos y los de autores consagrados.